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Foto del escritorInteligencia de Negocios Atalaya

Pivotar el modelo de negocio: cuándo y cómo realizar un cambio estratégico

En el transcurso de su vida, muchas empresas se enfrentan a la necesidad de pivotar su modelo de negocio para seguir siendo competitivas. Un pivotaje estratégico no es simplemente un ajuste menor, sino una transformación significativa que implica revisar el enfoque central de la empresa, ya sea en términos de su propuesta de valor, su segmento de clientes o la manera en que generan ingresos.


Pero ¿Cómo saben las empresas cuándo es el momento adecuado para pivotar? Existen varias señales que pueden indicar que el modelo de negocio actual está quedando obsoleto. Por ejemplo, una disminución en las ventas o la cuota de mercado, cambios en el comportamiento de los consumidores, la aparición de competidores más ágiles o disrupciones tecnológicas, son factores que pueden forzar a la empresa a reconsiderar su estrategia. También pueden pivotar en respuesta a cambios en el entorno regulatorio o a nuevas oportunidades que surgen en el mercado.



Cuando deciden pivotar, las empresas pueden optar por varias estrategias. Una de las más comunes es cambiar su propuesta de valor para adaptarla mejor a las necesidades del mercado. Esto puede implicar rediseñar un producto o servicio para que sea más relevante o atractivo para los clientes actuales o explorar nuevas formas de entrega. Otra opción es la diversificación, mediante la cual las empresas agregan nuevas líneas de productos o servicios para acceder a diferentes segmentos de mercado.


El pivotaje de mercado es otra estrategia clave. En este caso, las empresas ajustan su enfoque hacia un nuevo segmento de clientes o mercados geográficos donde su oferta puede tener mayor éxito. En algunas situaciones, pueden pivotar completamente hacia un modelo digital, adoptando nuevas tecnologías y transformando sus canales de distribución.

Sin embargo, pivotar el modelo de negocio no está exento de riesgos. El cambio debe ser gestionado cuidadosamente para minimizar el impacto negativo en la operación y en la relación con los clientes. Las empresas que logran un pivotaje exitoso lo hacen manteniendo una comunicación clara con todas las partes interesadas y asegurando que sus empleados estén alineados con la nueva visión. Es crucial tener un plan de transición sólido que incluya una evaluación continua del progreso y ajustes cuando sea necesario.


En última instancia, pivotar puede ser la clave para la supervivencia y el crecimiento en un entorno empresarial volátil. Las empresas que demuestran flexibilidad y capacidad para adaptarse a nuevas realidades del mercado son las que están mejor posicionadas para prosperar en el largo plazo.

 

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