¿Dónde están mis 20 millones de pesos que siempre me faltan? Era la expresión del director general de una empresa ante los problemas de liquidez que continuamente tenía, a pesar de que cada año aumentaba sus ventas en el orden de 30%.
Su lógica era que, con esos crecimientos, debía tener cada vez una mayor tesorería, por lo que no entendía por qué tenía continuamente presión en liquidez por un monto cercano al que expresaba con desesperación.
Esta era una empresa que, como muchas, su único trabajo de revisión de resultados financieros era a través del estado de resultados, pero nunca del balance. En el estado de resultados veía lo que le interesaba: el crecimiento de las ventas, los gastos de la empresa y la utilidad resultante. Sin embargo, ahí no estaba la explicación de su faltante de liquidez.
Una vez que nos pidieron apoyo para entender esa eterna falta de liquidez, el primer paso fue incluir en su revisión financiera el Balance. Al hacer esto, el director descubrió 3 grandes cosas:
1. Las ineficiencias que tenía en la gestión de la cobranza y de inventarios, que se acababa reflejando en incumplimientos de pago a proveedores.
2. El ciclo de efectivo de su empresa y la cantidad de días que debía financiar entre el plazo promedio de pago a proveedores y su cobranza promedio.
3. Pudo ver con claridad un fenómeno financiero que muchas veces pasa desapercibido y no es dimensionado: así como los humanos requerimos más sangre conforme crecemos para mantenernos sanos y funcionales, las empresas también requieren más “sangre” para mantener su operación, entendido esto como más recursos financieros. Aún manteniendo una operación eficiente, una empresa que crece a ritmos acelerados requiere más dinero para financiar la cartera de clientes, sus inventarios, y nuevas inversiones. Conocer el ritmo al que crecen esas necesidades es fundamental para alinear a la necesidad de financiamiento que tendrá.
De esta forma, es importante que el crecimiento de la empresa se gestione no sólo desde la óptica de las operaciones (más gente, más infraestructura, más equipos), sino también desde la óptica financiera. En función del ciclo de efectivo de tu empresa, al crecer necesitarás mayores líneas de crédito, aunque pareciera contraintuitivo. No entender ni medir este aspecto de la gestión de tu empresa, hará que continuamente tus líneas de crédito queden cortas, o estés incumpliendo continuamente con proveedores, a pesar de tu crecimiento, y no por un tema de ineficiencias, sino simplemente, por el crecimiento de la empresa.
Contáctanos para acompañarte en el entendimiento de la gestión financiera de tu empresa. Tenemos los modelos y la experiencia para ayudarte a ver esos puntos que suelen queda ocultos en la evolución de tu empresa. Escríbenos a contacto@atalaya.info o llámanos al (442)732-1011.
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